jueves, abril 18, 2024

La estafa a Víctor Rabanales, el boxeador mexicano que pagó MXN 300 mil por el Popocatépetl



El púgil mexicano que llegó a ser campeón mundial del CMB en la categoría de peso gallo, tras vencer a Joichiro Tatsuyoshi en septiembre de 1992, padeció un gran número de estafas y excesos que lo despojaron de los millones de dólares que llegó a ganar como profesional

El deporte en México se ha caracterizado por la formación de destacados boxeadores en diferentes categorías. A pesar del éxito que muchos de ellos llegan a conseguir, las grandes cantidades de dinero que llegan a percibir los hacen caer en los excesos, aunque también los ponen en la mira de estafadores. Victor Rabanales, quien llegó a ser campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en peso gallo, pagó MXN 300 mil por adquirir el Popocatépetl.

En el auge de su carrera, Víctor Manuel Rabanales, también conocido como Lacandón o el Rústico, conoció las mieles de la abundancia económica. No obstante, su ingenuidad a la hora de hacer negocios e invertir su dinero le perjudicó e hizo perder grandes cantidades de dinero. En una ocasión, recordó en una entrevista realizada a la revista Proceso en 2010, acudió a las faldas del mítico volcán para cerrar el trato por la adquisición de una fracción.

La negociación iba conforme a lo acordado. Sin embargo, antes de concretarla, se dio cuenta de que las personas con las que asistió buscaron engañarlo.“Como no llegamos a ningún acuerdo, me abandonaron en ese lugar”, declaró. Sin embargo, otras personas acudieron al lugar minutos después para ofrecerle el mismo terreno y con ellas cerró el trato, pues el precio era sumamente bajo.

Pensé en construir un gimnasio para trabajos de altura y algunos juegos que a lo mejor me iban a dar clientes. También tenía la idea de poner una granja de conejos. Trataba de buscarle utilidad al terreno, porque sea lo que sea me dieron los papeles y se los entregué a mi esposa”, declaró. Sin embargo, sus proyectos se vieron frustrados cuando su cónyuge vendió la propiedad por MXN 30 mil.

Antes de que su nombre resonara por haber logrado una compra imposible, el Rústico Rabanales escribió sus iniciales con letras de oro en la historia del pugilismo a nivel mundial. La noche del 17 de septiembre de 1992, tras superar en nueve rounds al japonés Joichiro Tatsuyoshi, se convirtió en el nuevo campeón mundial del CMB en la categoría de peso gallo.

A pesar del logro histórico, solamente pudo realizar una defensa de su cetro, pues un año después lo perdió en 12 rounds en contra del coreano Jung Il Byun. Nunca lo pudo recuperar. A pesar de ello, la efímera gloria de campeón trajo consigo enormes retribuciones económicas. De acuerdo con su testimonio,llegó a ganar más de USD 1 millón mientras el cinturón colgó de su abdomen.

La descabellada decisión de adquirir una fracción del volcán tan solo fue un reflejo del poderío económico del que gozó en su carrera. Aunque reconoció que en ocasiones llegó a gastar hasta USD 5 mil “y no sabía en qué”, también buscó rodearse de gente con el objetivo de asesorarse y emprender negocios que le dejaran retribuciones para su retiro.

En algún momento de su carrera llegó a poseer dos terrenos, un departamento en Texcoco valuado en USD 65 mil y tres automóviles. Sin embargo, los fraudes continuaron y lo despojaron de la vivienda, pues cometió el error de no registrarla a su nombre. De esa forma, de todas sus propiedades, únicamente conserva una vivienda humilde en Ciudad Nezahualcóyotl.

La crisis que vivió fue tal que en un momento tuvo que deshacerse de su cinturón. Según contó al medio, accedió a dárselo a la persona que lo ayudó a buscar patrocinios y hacer trámites en el Seguro Social. No obstante, a pesar de que el valor real del título es de USD 15 mil, únicamente recibió a cambio la cantidad de MXN 5 mil. “Todavía me dijo ‘te va a ir mejor’ y me aconsejó que cuidara mi nombre y mi dignidad”, contó.

Rabanales recibe el apoyo del CMB, institución que le otorga MXN mil 500 mensuales. Sin embargo, reconoció que la cantidad no era suficiente para sobrevivir. En su lugar, se gana la vida como franelero, aunque también ha llegado a descargar frutas en el mercado de Texcoco y realizar mandados en fondas, restaurantes y taquerías donde ha podido obtener un ingreso extra.




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