Luis Manuel Toto Pólito/San Andrés Tuxtla.-Eduardo Álvarez, miembro de los Defensores del Medio Ambiente de los Tuxtlas, Asociación Civil (DEMATAC), señaló que la reserva de la biosfera de los Tuxtlas, así como las especies residentes ahí, se encuentra en detrimento, a causa de agentes perturbadores.
Que no son detenidos a causa de la casi inexistente vigilancia que hay, toda vez que solo 2 inspectores de la procuraduría federal de protección al ambiente (PROFEAP) realizan labores de protección.
La cacería furtiva que se considera prohibida, ha afectado a especies como el Tepezcuintle, el cerete, el cohatí o tejón, y hasta aves canoras que son tomadas como mascotas, destacan los llamados clarines, primaveras y cotorros, señaló.
Mientras que el Águila Arpía ya ha desaparecido en la zona, se le suman especies como el Tapír, la Guacamaya Roja que desapareció hace 60 o 70 años, y que acaba de ser reintroducida, además del manatí, que existió en la laguna de Sontecomapan, dijo.
Sostuvo que las especies que son apreciadas por su carne, y que pudieran estar en riesgo en la región son: el Pecarí de Collar, el Temazate, Tepezcuintle y el Armadillo.
Advirtió que de las pocas especies que hay en peligro de extinción, en algunos casos se lograrían recuperar si hubiera una vigilancia verdaderamente exhaustiva y severa.
“Si la procuraduría federal de protección al ambiente, aplicara la ley del equilibrio ecológico, que protege todas las especies de flora y fauna, que se encuentran tanto amenazadas como en peligro de extinción, sería diferente.
“Pero desgraciadamente cuenta con solo dos vigilantes y están limitados en personal, y considerando que la reserva de la biosfera, tiene 155 mil hectáreas divididas en 8 municipios, es una incongruencia que existan 2 inspectores”.
Añadió que existen proyectos del gobierno federal, que atentan contra las áreas naturales protegidas, como es el caso de Balzapote y la extracción de su roca basáltica, o como el fracking, que vienen con la reforma energética.
Es por ello que hizo el llamado a las autoridades, para reforzar la atención de la reserva de la biosfera de los Tuxtlas, así como para afrontar con seriedad el deterioro ecológico que existe.
