Veracruz, Veracruz.- Vecinos del centro histórico de Veracruz detuvieron a un sujeto que le habría robado un celular a la dueña de un restaurante. El presunto ladrón de 24 años, identificado como Jair Ramírez, fue entregado a los elementos de la policía naval que llegaron en auxilio tras recibir el reporte.
Los hechos ocurrieron sobre la calle Emparan entre las calles Madero y Miguel Hidalgo, en el primer cuadro de la ciudad.
El joven le arrebató el teléfono móvil a la ciudadana Norma Rico López quien comenzó a gritar, lo que alertó a transeúntes que caminaban por la zona. Rápidamente los ciudadanos persiguieron al ladrón hasta detenerlo, lo sometieron y amarraron con mecates.
La mujer agraviada denunció la falta de vigilancia en el centro histórico, lo que ha generado un incremento en los asaltos y casos de acoso contra mujeres. Dijo que el robo de esta mañana de martes fue el más claro ejemplo de que ante la falta de seguridad, la ciudadanía se ve obligada a hacer justicia por su propia cuenta.
El presunto ladrón quedó amarrado de pies y manos sin la posibilidad de moverse. Durante la persecución, el joven cayó al suelo y se lesionó la rodilla izquierda.
La mujer agraviada denunció la falta de vigilancia en el centro histórico, lo que ha generado un incremento en los asaltos y casos de acoso contra mujeres.
“Muy mal porque por aquí está muy solitario todo, por aquí hay puras agencias aduanales, después de las 6 de la tarde ya no hay nada, si, ahorita mire, en pleno día, se metió (al restaurante) estaba yo desayunando y se metió a quitarme el teléfono de adentro del restaurante y porque grité, yo no lo puedo corretear, no lo alcanzo, tuve que gritar ¡agárrenlo que robó! y ya fue como de las agencias empezaron a salir a mis gritos”.
La afectada dijo que el robo de esta mañana de martes 6 de agosto fue el más claro ejemplo de que ante la falta de seguridad, la ciudadanía se ve obligada a hacer justicia por su propia cuenta.
“Y denuncia uno pero de todas maneras a las 24 o 36 horas ya están fuera (de la cárcel) y al rato ahí vienen de regreso de donde mismo, no es la primera vez. Se supone que debería de estar (vigilado) y ahorita la policía demoró un resto para venir más de tres cuartos de hora”.
Por su parte, Jair Ramírez se identificó como vecino de la colonia Las Amapolas. Dijo ser obrero de oficio.
El joven, visiblemente arrepentido por lo que hizo, comenzó a llorar después de que los elementos de la Policía Naval le pusieran las esposa para trasladarlo a los separos del penalito de la colonia Playa Linda de la ciudad de Veracruz
