*Un pollo será la cena y con esto celebran a dios haber enviado a su hijo
Luis Manuel Toto Pólito/ San Andrés Tuxtla.- En Cerro de las Iguanas, las familias ya se preparan para celebrar la navidad a su modo, de una forma modesta, pero con el anhelo de que el año venidero dios les siga protegiendo y conservando, para poder trabajar y continuar adelante.
La localidad es cercana a Villa Comoapan, a unos 15 minutos de la cabecera San Andrés Tuxtla.
Ahí, en una vivienda humilde hecha de madera a bordo de la calle principal, Nuestro Diario fue recibido por Pedro Chagala Martínez, quien abrió las puertas de su hogar, relatando como es que viven esta tradición católica.
Recostado en una amahaca, y después de la jornada de trabajo como agricultor, mencionó que también se dedica a construir sillas, oficio que su padre le enseñó desde niño.
La noche buena será pasada pobremente, dijo. “Compramos un pollo rostizado, lo poquito que dios nos vaya dando con eso la hacemos (…) acompañamos el alimento con refresco”.
La comida al paso de los años, ha ido cambiando de acuerdo a las posibilidades, y en este año aseguró no sentirse desahogado en el tema económico.
Afirmó que esta fecha es importante para su familia, quienes dan gracias a dios por permitirles llegar a los días 24 y 25 de diciembre, ya que ellos se fundamentan en la ley universal y los 22 preceptos, que retoman las enseñanzas de Moisés y Jesús Cristo.
“Nos la pasamos con mis papas, mi esposa y mi hijo más jóven, ya que dos están trabajando por fuera”.
Al asegurar que siguen las escrituras de dios, indicó que reciben la noche buena con total tranquilidad, en paz, con ropa sencilla y con unidad familiar.
“Como dice Jesús, para él los lujos no valen, si lo vamos amar, hay que amarlo de verdad así como vamos caminando, viviendo, no es necesario estrenar para amar adiós, al contrario hay que dar las gracias por la vida que nos da día con día”.
Don Pedro indicó que ellos cenarán alrededor de las 10 de la noche, para concluir sobre las 11. “Si invitamos a mi jefe y a mi hermana estamos en conjunto, se vienen para acá o nos vamos para allá y se hace más larga la noche”.
Y es que explicó que su hermana, vive a un costado de ellos con su esposo y 4 hijos, mientras que en otra vivienda, también colindante a la suya, viven sus dos padres, todos en un terreno de unos 600 metros cuadrados.
Negó que consuman bebidas embriagantes durante esta noche, sin embargo de ser posible acuden a bailes populares en la cancha de la escuela, y ahí es donde disfrutan un rato en unidad.
A la mañana siguiente, retoman sus labores cotidianas, acudir a vigilar la parcela, acomodar la casa, pero con un horario más flexible, a eso de las 7 de la mañana, cuando comúnmente se levantan a las 5 o 6 de la mañana.
“Mis hijos que están fuera nos hablan seguido, y nos mandan un poquito de lo que ganan, nos saludan, y como por esta fecha les hablo como padre, que si salen que tengan mucho cuidado, nos entristece no estar con ellos pero tienen que trabajar.
“Quien no conociera que este día estuviera la familia unida, Adrián Chagala Chima tiene 27, el de en medio, Rafael Chagala Chima tiene 24 y el último 18”.
